Marruecos es un país que se situa en el Norte de África y que, por un lado, limita con el océano Atlántico y, por el otro, con el mar Mediterráneo. En él, podemos distinguir influencias culturales bereberes, árabes y, europeas.
Marruecos es un país con gran diversidad de paisajes y climas.
Es un lugar infinito de naturaleza salvaje.
El actual territorio del país fue ocupado desde tiempos de la prehistoria. Más tarde, dada su ubicación estratégica en el Mediterráneo, fue lugar de constantes intercambios culturales con romanos, visigodos y bizantinos. Como destino, ofrece escenarios dignos de películas de aventuras como el desierto , los palmerales, el Valle del Dadès con los picos nevados del Gran Atlas a lo lejos, ciudades vibrantes como Marrakech y Fez, o marineras como Essaouira … y, mucho más.
La amabilidad y hospitalidad tradicional marroquí, la gastronomía y la excepcional experiencia de comprar en un zoco, son argumentos a los que pocos viajeros pueden negarse.
Si quieres conocer Marruecos y vivir una experiencia inolvidable:
Marruecos se ha convertido en un destino turístico de primera magnitud y hay muchas razones por las que, al menos una vez en la vida, debes visitar este país. ¡Ojo, que quien prueba repite !
Marruecos es un destino cada vez más popular, que atrae cada vez más, a amantes de la cultura y la naturaleza, mochileros, viajeros de aventuras, parejas, familias, amantes de la gastronomía…
Si estás buscando un viaje que abarque aventura, naturaleza, gastronomía, cultura, historia y vida salvaje sin gastarte un dineral y, a pocas horas de España, has llegado al lugar adecuado.
Los motivos para viajar a Marruecos son infinitos. El país de la luz y los mil colores alberga una cultura histórica que se remonta a milenios atrás. Descubre su impresionante arquitectura y adéntrate en un mundo de olores y sensaciones que te transportarán a una civilización donde la espiritualidad convive con el ser humano de una forma única.
La primera razón por la que es buena idea viajar a Marruecos tanto desde España como desde Portugal, es porque está muy cerca y, hay vuelos muy baratos y asequibles. Podrás encontrar vuelos en aerolíneas de bajo coste, que son accesibles para casi todos los bolsillos.
Marruecos es uno de los países más seguros de África, sobre todo para los viajeros. Hay que tener en cuenta que el turismo es una de las grandes fuentes de ingresos para el país y que por tanto, el gobierno destina numerosos recursos para que te sientas cómodo y protegido en todo momento. Pero, al igual que si viajas a cualquier otro pais, debes extremar las precauciones e informarte bien de los posibles peligros, antes de recorrer zonas que no conozcas.
El país de los rituales, las manifestaciones religiosas y, las costumbres. ¡Bienvenido a Marruecos! Heredero de siglos de tradición, está marcado por la diversidad de su población árabe y bereber y, por un legado patrimonial con raíces orientales, europeas y africanas. No podrás pasar por alto la influencia que los distintos pueblos dejaron siglos atrás, ¡entre ellos visigodos, romanos y bizantinos ! Su rica cultura está muy presente en su día a día y hará que no puedas evitar impregnarte de ella y, ¡vivir una experiencia al completo ! La religión musulmana es un código de vida y, el folklore y la música, su expresión popular fundamental.
Lo que llama la atención en Marruecos es la viveza de sus colores. Todo está lleno color : la naturaleza, la comida, la ropa y artículos, sus calles…. La mejor combinación de colores en Marruecos es el azul del cielo con el rojo de la tierra y, el verde de las palmeras.
La historia de Marruecos se remonta a la época de la cultura capsiense, entre el 10.000 a.C. y el 6.000 a.C., en un momento en el que el Magred era más árido que en la actualidad. La lengua bereber al mismo tiempo que la agricultura, fue adoptada por la población ya asentada allí. El análisis de ADN da como resultado que varias poblaciones han contribuido a la mezcla de genes de los marroquíes, incluyendo, además de los grupo étnicos principales, berebéres y árabes, a fenicios, judios sefardies y, africanos subsaharianos.
El desierto es la razón principal por la que mucha gente viaja a Marruecos. Dormir en el desierto es una de las experiencias más inolvidables que puedas vivir. Dormir en mitad de la nada, lejos de cualquier ruido y, bajo un espectacular manto de estrellas, es algo que no te puedes perder en tu viaje.
Marruecos es un destino relativamente barato. La oferta de alojamiento y restauración es muy amplia en los grandes centros turísticos. De hecho, la comida y el transporte suelen ser bastante baratos. Por eso, Marruecos, es un destino muy asequible economicamente.
Sin duda, una de las mejores cosas de Marruecos es, su gastronomía. Es típico oler las hierbas y especias horneadas en la comida local, antes de sentarse a comerla. Los platos marroquíes incluyen guisos, tagen, cuscús y, se preparan con pescado, pollo o cordero, criados localmente. Las comidas se sirven con té de menta, a menos que solicites lo contrario y es que, la comida marroquí es un despertar para todos los sentidos.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero es evidente que para obtener la verdadera belleza de un sitio no basta con verlo en una foto. ¡Tienes que verlo con tus propios ojos ! Y es que Marruecos tiene unos paisajes maravillosos que merece la pena ver con tus propios ojos. Desde grandes acantilados pasando por valles, montañas, desierto, enormes palmerales y, playas, … Un amplio abanico de paisajes que dejarán atónitos tus sentidos.
Lo más auténtico de viajar a Marruecos es, perderse por sus medinas, joyas del pasado y, sus verdaderos museos al aire libre en el corazón de ciudades como Marrakech, Fez o Tetuán y, descubrir todos sus tesoros entre callejuelas que parecen laberintos, barrios antiguos de puro arte e historia y, coloridos zocos repletos de artesanía y vibrante tradición. ¿Te gustaría descubrir un lugar tan mágico donde cada rincón es como una postal ? Chefchaouen es un mar de tonos azules que te dejará huella color añil… ¡ya sabrás por qué! Pero es en la fronteriza Tánger, donde encontrarás la llave al continente africano. Desde ahí, darás paso a un no parar de alucinar con sus ciudades ancestrales.
Marruecos tiene playas fantásticas para relajarse a lo largo del mar Mediterráneo y, el océano Atlántico. Los sitios de playa más populares entre los visitantes extranjeros incluyen Tánger y Agadir, mientras que Asilah atrae principalmente a visitantes locales y, españoles. Aunque los turistas internacionales no los visitan bastante, existen lugares como El Jadida, Oualidia y, El Jebha, que ven un aumento significativo de turistas nacionales durante los meses de verano. Las playas más populares suelen tener excelentes instalaciones a poca distancia y, algunos destinos como Essaouira, son perfectos para los amantes de los deportes acuáticos
Y es que una de las cosas que te cautivarán desde el momento en que pongas un pie en Marruecos, serán sus habitantes. Te harán sentir como en casa y sacarán siempre tiempo para invitarte a un delicioso té y, hablar contigo. ¡Los marroquíes son muy amigables y cariñosos! Esto es especialmente habitual en pueblos pequeños más que en las grandes ciudades, donde los turistas pasan más desapercibidos. Muchos de ellos, incluso hablarán tu idioma, así que no pierdas la oportunidad de acercarte a ellos y abrir tu mente a una cultura mucho más tolerante y respetuosa de lo que jamás habías imaginado.
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